miércoles, 18 de agosto de 2010

Miguel Ángel Cornejo Tirar la vaca

Escuchar está historia en voz de Miguel Ángel Cornejo es aleccionador, espero lo disfruten.

TIRAR LA VACA POR EL BARRANCO

"El hombre nunca sabe de lo que es capaz, hasta que lo Intenta." Charles Dickens (1812-1870)

Entrar en zona de confort sin cuestionar lo que hacemos nunca nos dejará disfrutar resultados distintos a los que obtenemos. El líder busca formas diferentes de hacer las cosas porque sabe que en su entorno la constante es el cambio.

Depender y perpetuarse de manera excesiva de una misma fuente de valor es un riesgo alto dependiendo del tipo de negocio y para muchos el cambio puede representar un reto paralizante.

La siguiente historia es una lectura obligada para quien transita el camino de las decisiones importantes tanto para la vida personal como para la vida profesional:

Un maestro de la sabiduría paseaba por el bosque con su fiel discípulo cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia muy pobre y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.
Llegando al lugar constató la pobreza del sitio. Los habitantes, una pareja con tres hijos, vivían en una casa de madera, vestán ropas sucias y rasgadas y no llevaban sin calzado. Se aproximo al padre de familia y le pregunto:
"En este lugar no existen señales de trabajo ni puntos de comercio, ¿Cómo hacen el señor y su familia para sobrevivir?".
El señor calmadamente respondió:
"Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o la cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso y derivados para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo."
El sabio agradeció la información, contemplo el lugar por un momento y se fue. En el camino le ordenó a su fiel discípulo que buscara la vaquita, la llevara al precipicio de allí en frente y ¡la empujara al barranco!
El joven, espantado, vio al maestro y lo cuestiono sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Percibió el silencio absoluto del maestro y fue a cumplir la orden. Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.
Un día, el joven resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar para contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. A medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con arboles floridos, habitado, niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia había vendido el terreno para sobrevivir. Preguntó a un hombre por la familia que vivía allí hace unos cuatro años, quién respondió que aún seguían viviendo allí.
Asombrado el joven entro corriendo a la casa y reconoció a la misma familia que visitó hace algunos años con el maestro. Elogio el lugar y le pregunto al dueño de aquella vaquita:
"¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?"
El señor entusiasmado le respondió:
"Nosotros teníamos una vaquita que cayo por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer cosas diferentes y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el cambio que ven tus ojos ahora."

¿No estarás abrazando algo que no te deja progresar?, ¿Cuál es tu Vaquita? Quizá hoy sea el día para que la tires hacia el Barranco.

Aporte enviado por una seguidora